Quisiera sostener suavemente la pena, mecerla aquí en mi pecho hasta que la melancolía se durmiera plácidamente en el olvido y así abandonar mi dolor.
Quisiera ser un recuerdo, pero uno pequeño, sin pretensiones, simplemente un recuerdo de esos que todo el mundo desea recordar y así poder esbozar una sonrisa humilde que me traiga un suspiro eterno.
Quisiera guardar en mi alma la verdadera realidad del que ama, tener la sabia respuesta del que vence al Goliat de la rutina, ser pequeño David, y así hallar el secreto de lo infinito, lo que es el verdadero amor.
Quisiera ser totalmente anodino, ciego y banal, y así creer por un solo instante que puedo ser libre en brazos del destino.
Quisiera volver a verte, volver a mirarte a los ojos y sentir que existes, que nunca te fuiste, que la muerte nunca nos separó, y así tener la certeza de que no te inventé.
Quisiera poder tener exactitudes y no estar lleno de interrogantes, ser la primera hoja de un buen libro y no la última página de una novelita rosa donde pone fin, y así convertirme en el mejor comienzo del mundo.
Quisiera rescatar ese momento en el que casi sentí tocar el cielo azul, momento tan fugaz como esa estrella hermosa que una noche pude contemplar y que me concedió un deseo que yo tenía. Así seguro, seguro, podría volar.
Quisiera guardar en mi alma la verdadera realidad del que ama, tener la sabia respuesta del que vence al Goliat de la rutina, ser pequeño David, y así hallar el secreto de lo infinito, lo que es el verdadero amor
Son tantas, tantas las cosas que quisiera tener que me siento un ingrato, si, un desagradecido y estúpido consentido que entre tanto deseo y quisiera, pierde el tiempo y olvida lo más importante, todo aquello que con alargar mi mano puedo acariciar y tener.
Que ser la última página tampoco está tan mal y que mejor, que un buen final. Que sé que si exististe, y sé que fue para bien, que tuve la suerte de conocerte y tarde o temprano nos encontraremos de nuevo, no sé si en un sueño o en un milagro, pero hasta entonces "te quiero" amigo.
Que conocí el amor, y a pesar de ser un desastre al menos luche por un sentimiento hasta el final. Que nadie es libre, ni en brazos del destino, ni en este mundo que inventamos para ponernos todo muy difícil. Que a mi Goliat siempre me vence, si me vence, pero lo mismo, algún un día, voy y acierto, y le planto tremendo pedrusco en su asquerosa cabeza, claro que luego tener que cortársela como hizo David, no me apetece nada, mejor le dejo inconsciente y dejo que al despertar me pida perdón.
Y que por mucho que desee volar, ni tengo alas, ni un billete de avión por lo que mañana es martes ¡claro! va detrás del lunes, que tontería y que si nada o nadie lo impide, mañana el frío me esperará con los brazos abiertos y miradita de simpatía a las siete de la mañana, hora en la que nos levantamos los afortunados que de momento tenemos trabajo. Ojala, cada día seamos más los que nos levantamos a esas horas y vuelvan las caravanas de entonces, ojala.
Hoy lunes, mañana martes y quien sabe pasado miércoles... y si alguien está leyendo estas líneas, te deseo un martes increíble, o al menos que no sea peor que este lunes triste.