Aquel domingo se levantaba el telón rojo del Teatro Victoria. Expectación, nervios, no era para menos.
La noticia corrió como la pólvora, todo el mundo quería ver con sus ojos la puesta en escena de la icónica obra de Víctor Hugo.
Un montón de cuerpos desnudos, sin vida, y al fondo un preso encadenado, la miseria ofrece, la sociedad acepta…
Jean Valjean, en la soledad de su encierro, traslada al respetable a otro tiempo, su tiempo, donde el bien y el mal se dan la mano según los intereses de sus jugadores.
Dos horas de desconexión de la realidad, vivimos en la sociedad de aquella Francia rota, a punto de estallar en revueltas callejeras…mucha intensidad, muchos sentimientos, y ante todo, poniendo a través de boca de los personajes, las palabras del autor:
"El humano sometido a la necesidad extrema es conducido hasta el límite de sus recursos y al infortunio para todos los que transitan por este camino… la oscuridad entra en sus corazones; y en medio de esta oscuridad el hombre se aprovecha de la debilidad de las mujeres y los niños y los fuerza a la ignominia. Luego de esto cabe todo el horror…"
La responsable, Paloma Mejía Martí, alma libre, artista inquieta, amante del arte y poeta de los escenarios, tuvo el valor de hacer frente a la labor de versión y adaptación de una obra de más de mil páginas en un obra teatral de dos horas de duración. ¡Y qué labor!
Pero Paloma no está sola en la lucha, quince actores se mueven bajo su batuta, entregados a la causa, llenando la escena y dando vida a los "miserables".
Tras ocho años sin interrupción y más de 50.000 espectadores, el espectáculo celebra su octavo aniversario, las barricadas caen y se levantan de nuevo, incansables, animando a la revolución, haciendo partícipes a los ciudadanos de este siglo de los sueños, pasiones, miserias y desgracias de sus personajes.
Es decreto de ley echar la vista atrás, observar, reflexionar hacia dónde vamos,y disfrutar de esta gran obra, necesaria y vital para comprender más la evolución del ser humano.
No estoy seguro qué diría el señor Hugo al ver la obra, pero sí afirmo rotundamente que se uniría a nosotros a la barricadas. Gracias Paloma.
¡Feliz aniversario!