Tus ojos me miran y tiembla la luna,
escucho tu risa y sopla el viento,
te alejas y muere una estrella,
gritas y se rompe el sol,
suspiras y llega el otoño.
Cae la primera hoja,
suave e imperceptible,
tan frágil como temerosa pues
sabe que mis poemas tristes
llorarán tu ausencia,
que mis manos vacías no podrán
sentir tu lejana caricia en otoño,
que a pesar del tiempo sigue abierta
la mas profunda herida de mi alma.